Que los hijos crezcan seguros de sí mismos y con su autoestima fuerte, es una de las principales preocupaciones que tenemos como padres. Nuestro deseo es que nunca pasen por malos ratos y que enfrenten las dificultadas en su vida de la mejor manera.
No existe una mejor manera de aumentar la seguridad en nuestros hijos que expresarles continuamente nuestros sentimientos cada que sea posible.
Sin importar la edad que tengan nuestros hijos, es importante que siempre se sientan queridos y que cuenten con el apoyo incondicional de sus padres.
Como es imposible que podamos estar con ellos a todas horas, ayudándolos a superar las pruebas que se les presentan a diario, te compartimos algunas frases que siempre debes repetir a tus hijos en casa:
1. ¡Eres único!
Para forjar una autoestima y una seguridad de hierro, recuérdales constantemente que son únicos y que no hay nadie igual. Evitemos las comparaciones ya que perjudican su autoestima.
2. Estoy muy orgulloso de ti
No es necesario esperar a que hagan algo extraordinario para demostrarles los orgullosos que estamos de ellos. Cada que podamos debemos hacerles saber las cosas que realizan bien, desde recoger la ropa, hasta cuando toman decisiones importantes como la de tener una pareja.
3. ¡Que inteligente eres!
Los hijos deben de tener la seguridad de que tienen la capacidad de resolver los problemas en su vida diaria. Debemos inculcar la confianza en ellos mismos, reforzando la idea de que son capaces de enfrentar obstáculos.
4. Confío en ti
Respetar sus decisiones, y demuéstrales que confiamos en su capacidad de saber qué es lo mejor para ellos. Demostrándoles que tienen nuestra confianza, fortalecerá su seguridad y no temerán a correr riesgos.
5. ¡Te Amo!
Nada es más importante que hacerles saber a nuestros hijos cuánto los amamos. A veces dejamos de repetirlo cuando nuestros hijos dejan de ser niños. No existe nada mejor para su autoestima y confianza que saberse amado y aceptado aún con todos sus defectos y virtudes. El saber que hay alguien que siempre los va a amar no tiene precio.
Ahora recuerda que no hay nada más importante que el balance y hablar con la verdad, que no se te olvide decirle todas estas frases, pero tampoco tengas miedo de recalcar algo que estuvo mal y de exigirles que hagan sus obligaciones, una cosa no quitará la otra.